Como primer astronauta comercial de la historia, Charles "Charlie" Walker ha contribuido significativamente a la investigación espacial y al desarrollo de los vuelos espaciales comerciales.

En la década de 1980, el Sr. Walker se convirtió en el primer astronauta privado/comercial que voló a bordo del transbordador espacial de la NASA en las misiones STS-41D, 51D y 61B. Su trabajo se centró en la purificación en microgravedad de materiales biomédicos y el crecimiento de cristales de proteínas, acumulando 20 días en el espacio y recorriendo 8,2 millones de millas. Aunque

Sin ser empleado de la NASA, Walker desempeñó un papel fundamental en los programas del Transbordador Espacial y la Estación Espacial Internacional y contribuyó al programa de exploración espacial Constellation. También ha desempeñado un papel decisivo en el diseño de la nave espacial CST-100 Starliner en Boeing.

La carrera de Walker abarca la ingeniería, la empresa y la defensa pública. Trabajó en el U.S. Navy Sea Systems Command y en Bendix Aerospace antes de asumir funciones directivas en numerosas organizaciones educativas y sin ánimo de lucro, como el Challenger Center for Space Science Education y el X-Prize Committee. Además de sus actividades de promoción, Walker ha escrito numerosos artículos sobre el espacio, ha testificado ante el Congreso y ha participado en diversos proyectos mediáticos, promoviendo la comercialización y el futuro de la exploración espacial.